"Estoy continuo en lágrimas bañado,
rompiendo siempre el aire con suspiros;
y más me duele el no osar deciros
que he llegado por vos a tal estado." -Garcilaso de la Vega
Con este fragmento comienza “Por vos muero” , obra de Nacho
Duato; coreógrafo y bailarín español que
logra unir danza y poesía de una sola punzada.
Los movimientos orgánicos de los bailarines que evocan, más
que líneas, sensaciones; son el motor de la coreografía de Nacho Duato, que,
como siempre, con las mejores selecciones musicales, en este caso música
española de los siglos XV y XVI; logra en segundos cambiarnos de tiempo y
espacio.
Las coreografías son principalmente pas de deux, y,
generalmente, en este tipo de bailes hay figuras forzadas que si bien son
bellas y sobretodo virtuosas, dejan al espectador impresionado, pero no tan
conmovido como con duetos así, en los que el movimiento fluye y sigue cierta
lógica de continuidad y de sensación.
Los bailarines comienzan con leotardos carne que aparentan desnudez
(no sé si desnudarlos de verdad sería mucho escándalo), y, de pronto, el
vestuario se torna largo y etéreo, casi de corte; como haciéndonos ver la naturaleza
de las emociones.
Los versos de Garcilaso me han hecho recordar el libro de
García Márquez “Del amor y otros
demonios“, en el que los personajes que viven y mueren por un amor prohibido e
imposible, lo vuelven posible y real mientras recitan juntos los poemas de
Garcilaso.
Y con esto compruebo
que quién mejor que Garcilaso, para dar palabra, y quién mejor que Duato, para
dar movimiento, a sentimientos como el amor, que ha venido a hacernos “tornar el
agua en vino como el danzar en reír”.
¡A danzar como vivir, deshuesados, que ya volvió la sección
de danza!