martes, 28 de mayo de 2013

Abismo


Por Grissel  López.

 

Nuestra garganta es un túnel  de  fatalidad sin retorno, cada que abrimos la boca para emitir sonidos, estos son interpretados  como una caída al abismo, en el  nos acompañan platos rotos, serpientes, escaleras, pies, teléfonos,  gatos, cuadernos,  lamentos, todos cayendo al mismo tiempo al sendero de nuestro propio agujero.

Las cosas que decimos  nos asfixian y es que somos responsables  de lo que no callamos. Nos volvemos esclavos de nuestras palabras, que como fieles guardianes nos convierten en santos o mártires de nuestros propios pensamientos.    

 Detente, cierra los ojos, que de tu boca salgan cosas dulces por si te las tienes que tragar.

 

 

Palabras.

 

Dales la vuelta

cógelas del rabo (chillen, putas),

azótalas,

dales azúcar en la boca a las rejegas,

ínflalas, globos, pínchalas,

sórbeles sangre y tuétanos,

sécalas,

cápalas,

písalas, gallo galante,

tuérceles el gaznate, cocinero,

desplúmalas,

destrípalas, toro,

buey, arrástralas,

hazlas, poeta,

haz que se traguen todas sus palabras.

 

Octavio Paz.

 

 

 

 

 

 

viernes, 24 de mayo de 2013

Botes, escobas y todo lo que suene.


Por: Edgar Bucio.

Hola a todos, un poco tarde pero aquí estamos de regreso con la sección de música del deshuesadero de palabras. 

Hace ya algunos años tuve en mis manos un video, que en mucho influyó en mi vida como músico, descubrí un mundo fascinante de ritmo y creatividad, en esa época de estudiante donde no piensas más que en tener el instrumento de mejor calidad y por ende el más costoso, te encuentras con un montón de tipos haciendo música con un bote de basura ¿Cómo? ¿Eso es posible?,si lo es.

 La idea de este espectáculo es de un grupo de jóvenes originarios de Brihgton, Inglaterra, hace unos veintitrés años.

“Sabíamos que queríamos hacer música, pero no sabíamos cómo, así que nos juntamos y decidimos componer melodías con objetos que tuviéramos a nuestro alcance y fueran gratis”, comentó uno de los integrantes en alguna entrevista.

Creado por Luke Cresswell y Steve McNicholas, STOMP comenzó como un espectáculo callejero en el Reino Unido y hoy por hoy es una de las compañías con más giras por todo el mundo.

Ya sea con balones de basket o colgados de arneses golpeando tapones de autos STOMP esta lleno de energía donde se conjugan diversas disciplinas artísticas; la música, la danza y la actuación.

Una excelente noticia es que los tendremos en México del 14 al 16 de junio en el Pepsi Center WTC, no se lo pueden perder, es una experiencia única y seguramente por ahí nos veremos.    



martes, 14 de mayo de 2013

Sobre Volar.


 

 

Por Grissel López.

 

Está a punto de llover, el olor me trae recuerdos, siempre me ha gustado el olor que deja la lluvia a su paso, ese frío agradable que pide un abrazo. Las lágrimas que no has llorado  resbalan si dejar que el dolor se refleje en tu cara.  El acto casi erótico de la lluvia tocando tu cuerpo sin conocerte y la humildad de esta cuando se  posa en el suelo para que  tus pies la olviden.  

Una sombrilla podría ser un acompañante perfecto en el caso de que quieras ver la invisible cortina de tu fragilidad, pero si lo que quieres es tocarte, tienes que ver como cae, parece que el cielo es la falda más inmensa  del mundo y vaga sin piernas. Hay una imagen en el libro del Tambor de Hojalata en donde un niño describe las faldas de su abuela …usaba cuatro, todas al mismo tiempo; así creo que es la calidez fría de la lluvia.

Estoy tentada a salir para mojarme en esa danza vertical, porque desde hace unos días deseo con vehemencia estar en el agua, poder nadar para mí es lo cercano a volar.

No hay nada mejor para volar que leer a Oliverio Girondo les voy a compartir mi poema favorito.  Es parte de su poemario Espantapájaros. Disfrútenlo.
 
 
No se me importa un pito que  las mujeres... 
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias; 
¡Pero eso sí!- y en eso soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto que no sepan volar.
Si no saben volar ¡Pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue  y no otra la razón por la que enamorase,
tan locamente de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus mirada de pronostico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con que impaciencia yo esperaba que volviese, volando
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre la nubes, un puntito rosado.
¡María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos angeles, y de repente,
en tirabuzón , en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Que delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre la nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer a una mujer etérea,
¿Puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que se pueda hacer el amor mas que volando.
Oliverio Girondo. 
 
 
 
 
 
  
 
 

viernes, 10 de mayo de 2013

¿Así qué estudias música? O sea que tocas la guitarra. ¿ Y qué más haces?


Por Edgar Bucio.

Cuenta una anécdota que el maestro Andrés Segovia (Guitarrista Español 1893-1987) en cierta ocasión se hospedaba en algún hotel de una provincia española dentro de una gira de trabajo. El tenia por costumbre estudiar desde muy temprano, cuando de repente tocaron a la puerta de su habitación, era el administrador del hotel, y cuando vio al maestro con la guitarra en las manos exclamó “ Ay joven tan temprano y ya se esta poniendo alegre…”
Este artículo no pretende para nada ensalzar la labor que realiza un estudiante de música o un profesional de esta, si no por el contrario, de alguna manera debemos entender que es una actividad como cualquier otra, cuantos estudiantes de medicina conocemos que en algún momento por hobby, tocan un instrumento musical ó realizan otra actividad artística, pero lo tienen que dejar por el tiempo que les absorbe el estudiar medicina, y sin embargo no lo juzgamos, es más lo aplaudimos “Que bueno que ya dejaste de hacerte tonto y ahora si vas a hacer algo en serio” esto me parece una gran degradación a una labor tan noble como es hacer arte.
Hablando de mi experiencia como estudiante de música y después como profesional de ella, creo que si nos tenemos que enfrentar a una discriminación muy fuerte desde la familia y gente que nos rodea, “ Así que quieres estudiar música,  ¿ Y de que vas a vivir? “
Desgraciadamente esto repercute, en definitiva en la vida profesional de un artista, ya que nos es difícil ponerle un precio a nuestro trabajo, cabe mencionar que existen muchos artistas que se precian de serlo y  de alguna manera si gozan de ese reconocimiento y no tienen problema en este aspecto, aunque cuando tiene oportunidad de estar a cuadro en la televisión o en la radio se quejan de no tener trabajo, pensemos que es una actitud solidaria, pero bueno ese es otro tema, yo hablo de los artistas de a pie esos que andan buscando una beca o apoyo de gobierno para poder sobrevivir, que en algunos casos si no tienes renombre es difícil que se los otorguen, contradictorio ¿no?
Señores estudiar música no solo es “tocar la guitarra”, va mucho más allá es tener un compromiso con uno mismo, con la música, con la sociedad y con tú instrumento cualquiera que este sea.
Los invito a que hagamos una reflexión sobre este tema, al igual que cualquier profesionista que ama lo que hace, nunca se termina de aprender, de estudiar y todas las actividades artísticas demandan una seriedad y un respeto.
En cierta ocasión invitaron a un músico a presentarse en un local donde ofrecían alimento y bebidas, le enviaron un correo que más o menos decía; “Muy buenas tardes, tenemos mucho gusto en invitarlo a participar en nuestro local, sabemos de su calidad musical y para nosotros seria un honor contar con su presencia, ya que tenemos alimentos y bebidas de muy buena calidad le aseguramos un lleno total y de esta manera usted se daría a conocer con mas gente,  desgraciadamente por el momento no contamos con recursos para darle un pago en efectivo, sin embargo le podemos ofrecer bebidas y alimento de nuestra carta. gracias”  A lo que él contestó “Muchas gracias por su invitación, me parece justo lo que me ofrecen y más justo me parecería que ustedes acepten lo siguiente; fíjense que en casa tengo una estancia algo grande, me gustaría hacer una reunión y sabiendo de la calidad de sus bebidas y alimentos seria un honor que traigan lo suficiente para atender a mis invitados que son muchos y de esta manera se dan a conocer con más gente, solo que por el momento lo único que les puedo ofrecer son algunas piezas de mi repertorio. gracias”

miércoles, 1 de mayo de 2013

Sobre el instinto


Zoo

 

Mi veneno corre  con mi instinto, me mata; fluye por mis venas y mililitro a mililitro contamina mi sangre, la hace oscura, espesa, pesada. Es aceite lento que no permite la oxigenación, ya es negra, viscosa. Hierve fácilmente ante cualquier impulso tuyo.

 

Mi naturaleza primitiva olvida las reservas ante tu sonrisa, incitando estampidas; tu aliento tibio libera jaurías de sensaciones confusas. Mi ansiedad desea anidar en la comisura de tus labios y ahí soltar parvadas de besos sedientos de ti. Tu voz desactiva mis neuronas; un susurro, un respiro, el más mínimo sonido que emites enciende mi sonar natural, extiendo mis alas y con desesperación emprendo el vuelo ciego hacia tu búsqueda.

 

La transparencia de tu pecho provoca huracanes internos. El ir y venir de tu respiración hace que perversas fantasías galopen a una velocidad impresionante. Mi piel se torna húmeda con sólo imaginar tu torso desnudo sobre el mío. Tu aroma agudiza mi olfato animal y abre cada uno de mis poros. Te percibo desde lejos; mis ojos, como si fueran una mira de escopeta, te detectan y no te dejan escapar pero tu mirada serena y segura, amarilla, de felino al acecho, obliga a la mía a doblegarse. La somete. Un cardumen de lágrimas es cazado por completo con la red de tu indiferencia y tu lejanía.

 

Debo sacar esta ponzoña que me daña, ser el depredador que siempre fui y descuartizar los celos a todo lo que te rodea para entonces tragar sin compasión esta soledad compartida y arrancar de tu garganta dos simples palabras que regresarán la calma a este reino animal.

 

Lucho contra mi instinto, contra mi naturaleza y contra mis celos. Ferozmente siento perder.

 

Carlos Sánchez López, 1 de Junio 2009.