Por Carlos Sánchez
Dicen que no conozco la vergüenza
y después de dos meses de no publicar nada regreso para contarles una pequeña
anécdota...
Y un día cualquiera fui al cine y
me encontré con una grata sorpresa. Los boletos para la función que quería
estaban agotados y no era un estreno, la película ya tenía dos meses en
cartelera ¿Cuál fue la sorpresa? ¡Que era una película mexicana! Hablo de
“Nosotros los Nobles”. Podría esperar ese éxito de cintas como “Iron Man”,
“Harry Potter” o “Toy Story”, fenómenos taquilleros por naturaleza, pero… ¿Es
en serio el éxito de los Nobles? Unos días después me invitaron a la develación
de placa de 200 representaciones del musical Mary Poppins y no podía faltar.
Resultó que la develación corrió a cargo del elenco de esta película. Desde la
alfombra roja que se instaló en la entrada del teatro la gente ya gritaba como
muestra de afecto a los actores, pero casi me da un infarto cuando en el
interior, a unos segundos de la tercera llamada, un grupo de aproximadamente
cien adolescentes, hombres y mujeres, perdieron toda la clase y el estilo y
comenzaron a gritar como si hubiera llegado Justin Bieber o los One Direction.
Sí, era real; y también es real que a tres meses de su estreno sigue en
cartelera en varias salas del país.
Pero, ¿en que radica este éxito?
No lo sé. A mí también me gustó mucho. La historia es simple, tal vez ahí hay
parte del éxito. Tres hermanos, tras la muerte de su madre y la distancia emocional con su exitoso padre,
se han dedicado a llevar una vida de derroche y decisiones mal tomadas. Cuando
el papá se da cuenta de la situación los saca de la burbuja de comodidades y
lujos en los que vivían para enfrentarlos a la doliente realidad de nuestro
bello país. Así los hijos se ven obligados a conseguir trabajo y entre
peripecias muy divertidas la lección es aprendida pero al final, al papá, le
sale el tiro por la culata y también hay un aprendizaje para él.
Las actuaciones corrieron a cargo
de Gonzalo Vega como Germán Noble, el papá; Karla Souza como Bárbara Noble, Luis
Gerardo Méndez como Javier Noble, Juan Pablo Gil como Charlie Noble, Ianis
Guerrero como Lucho y Carlos Gascón como Peter. Todos, talentosos actores que
nos regalaron un trabajo limpio y preciso, creando así personajes entrañables
con los cuales nos identificamos de una u otra manera. En este juego de las
clases sociales nos encontramos frases que gracias al contexto y al tono todos
recordarán en adelante; frases como “¿Qué es esto? Parece Tailandia” o “Te voy
a partir tu madre”. Es un trabajo muy divertido, con situaciones cotidianas que
nos permiten reírnos de nosotros mismos.
Esta nueva joya del cine mexicano
fue dirigida por Gaz Alazraki, quien con un presupuesto de 25 millones de pesos
hizo maravillas. Cuidó mucho los detalles y el resultado es evidente: Recaudó
más de 327 millones de pesos (!) y tuvo más de 7 millones de espectadores,
cifras nada despreciables. Por eso no debe sorprendernos que ya estén planeando
una segunda parte.
Probablemente, a mi juicio
personal, el éxito de la cinta radica en que es una película honesta, nada
pretenciosa. Me da la impresión que el director y los productores en ningún
momento pretendieron rescatar al cine mexicano de las garras de la mediocridad,
me parece que se divirtieron al hacerla y creyeron en su proyecto. Es lo que el
público sin duda agradece más.
Si no han tenido oportunidad de
verla no se la pierdan, todavía la encuentran exhibiéndose en algunas salas y
ya en algunas tiendas de música y video está la preventa. No hay pretexto. Con
películas como “Nosotros los Nobles” dan ganas de reconciliarse con el cine
mexicano…