lunes, 22 de abril de 2013

"Bastará decir que soy Juan Pablo Castel...



...el pintor que mató a María Iribarne..." 
Por: Ana Chachagua.

Cuando leemos un libro es necesario preguntarnos sobre los motivos. De los personajes, las situaciones, incluso los motivos del autor para contar sus historias.  Algunas ocasiones estos motivos nos llevan a percibir la historia con cierta identificación. A preguntarnos ¿qué hubiera hecho yo? O simplemente a construir ideales sobre los personajes, recrear las situaciones y las posibilidades.

Generar esta identificación con los textos que se cruzan en nuestro camino como lectores, es una herramienta para darle a nuestro análisis  un sentido personal, incluso afectivo. El túnel de Ernesto Sabato es el recomendado de esta semana, es un libro que se haya plagado de motivos: misteriosos, intrigantes, compulsivos, que si logramos identificar sin los prejuicios
del bien y el mal, nos pueden llevar a una reflexión más profunda, quizá sobre nosotros, sobre nuestra sociedad y su lado "oscuro".
Este libro comienza con la confesión fatal del pintor Juan Pablo Castel, quien cuenta a lo largo de las páginas la construcción de un plan para asesinar a María Iribarne, mujer de quien está profundamente enamorado y con la que compartía el sentido de sus obras.

Además, la historia es aderezada de forma sencilla pero determinante, pues el argentino Sabato incluye como personajes secundarios al esposo de María, Allende y su primo Hunter,  el primero un hombre ciego e inseguro cuyo fin en la historia deja un nudo en la panza y la garganta. Hunter juega una extraña relación con la susodicha, misma que a veces despierta simpatía o sensualidad y otras simplemente sale del sentido común.

Las metódicas narraciones de Castel detallan los pensamientos, las múltiples posibilidades de acciones, así como los planes para enamorar a María y buscar fallidamente que ella se entregue totalmente, como exige el amor. Cuenta desde ese primer momento en el que la mira mientras observa atenta uno de sus cuadros, ve en su rostro la comprensión de la obra y decide que es ella la otra mitad que le falta en este mundo, sin embargo ella es casada e infiel, o eso deduce el pintor.

Un texto que se lee activamente, pero que si se agregan las pausas a la voz, los matices, bien podría ser un monólogo conmovedor, electrizante, incluso irónico. La época peronista en Argentina es el marco de esta historia; los ideales, los valores de la época, sus malinterpretaciones y enfermedades sociales, como antecedente de las actuales.

Es Castel quien da la bienvenida al lector “…en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”. Ojalá que este libro permita identificar el túnel que nos envuelve, e identificar los motivos para conducirnos. Que lo disfruten.

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