martes, 26 de marzo de 2013


EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
Por: Ana Chachagua
Aprovechemos los momentos de descanso para leer y ponernos existencialistas. Preguntémonos el porqué de nuestra presencia, busquemos un camino, veamos nuestros pasos en retrospectiva, ¿es bueno para algo estar vivos?, etc, etc, etc.  Si le place, querido lector, este rollo y le place, en verdad, buscar poner orden al caos que es la vida diaria, quizá le plazca -también- leer la recomendación de esta semana.

El Hombre en Busca de Sentido, es la joya que dejó al mundo el austriaco Víctor Frankl. –anotación mental: Ojalá pudiéramos usar la analogía de las joyas como un requisito al pasar por este mundo. Hacer de nuestros días cotidianos, carbón en bruto, germinaciones para el progreso y el amor. -En fin, el tema de este libro reposa en la segunda guerra mundial, lo que obliga algunas precisiones.
Aunque el holocausto ha estado de moda muchas veces en los últimos tiempos y es común escuchar sobre nazis y campos de concentración; quien escribe no se siente -en absoluto- empática con el alarde que hacen las multitudes, ni con los millones de dólares captados a raíz de un hecho tan vil, que marca a nuestra raza como un cáncer sobre la madre tierra. Un acto de terribles consecuencias y cuyo fantasma vive aún entre nosotros como sociedad occidental. Sin embargo, -y debido a nuestra extraña naturaleza- de entre quienes sobrevivieron surgieron grandes pensadores como Víctor Frankl, que logró esquivar su destino y encontrar en lo vivido respuestas, sentido.

El autor fue neurólogo y psiquiatra, padre de la logoterapia. Vivió entre los años de 1942 a 1945 en campos de concentración nazis, y logró sobrevivir gracias a una casualidad afortunada y al sentido que logró de su existencia. Lamentablemente, en otros campos perdió a su familia. Al finalizar la guerra enfocó sus pensamientos en proponer una nueva visión del ser en psicoterapia.
Este libro narra su experiencia en los campos de concentración de una manera vívida por la claridad de las imágenes, y a la vez lejana por las reflexiones en retrospectiva. Es un paseo por los caminos de la memoria de la humanidad, pero de una forma organizada, sin el morbo indigno que acompaña lo que en estos años se dice.
Entre las páginas de este libro se encuentran los gritos de la libertad absoluta, de los anhelos, los recuerdos y las añoranzas, la resignación, la compasión, lo humano, lo inhumano; los ojos del que odia y del que sigue órdenes; el hambre y el alivio; el mundo más cruel y el humor involuntario con aires de supervivencia.
Pese a que años después -como gran parte de los teóricos- Víctor Frankl se creyó el creador del hilo negro, es de reconocer que es uno de los pensadores más grandes, no sólo por la elocuencia de sus palabras y la fluidez de sus pensamientos, también por poder encontrar una grieta de luz en el mundo de las tinieblas.
Lean El hombre en busca de sentido, y tómense un tiempo para leer el libro de su memoria, ¿encuentran algún sentido?
Hasta la próxima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario