El viento de Dios.

  

Por Grissel López.

Pienso que los artistas somos cañitas,

plantas por donde entra el viento de Dios.

Enriqueta Ochoa

Enriqueta Ochoa escribía lo que le dictaban, era como un aviso que le tocaba el corazón. La inspiración, necesidad de escribir, el trabajo literario o como lo queramos llamar, se manifiesta de diferentes maneras. E n ocasiones viene rodeado de rituales con café, vodka, cigarrillos y otros vicios; para otros es mera disciplina o trabajo por vocación. En cualquiera de los casos como bien lo señalaba Pablo Picasso,  La inspiración existe pero debe encontrarte trabajando.

Cuál sería el sentido de la poesía si cuestionáramos  sus metáforas, tratando de interpretarlas en vez de sentirlas. No es cierto  que a veces escuchamos, no entendí nada pero qué bonito se oye;  no está muy alejado del objetivo del arte, transmitir. ¿Qué? Algo, que nos toque como un viento  despacito en las orejas.

 El Retorno de Electra y Las vírgenes terrestres, son poemarios escritos por Enriqueta Ochoa,   cada poema lo escribió en diez o quince minutos sin ninguna corrección. Decía que si los pensaba no los hubiera podido escribir. Nunca escribió nada en una hora o  en dos días.

Con estilo intimo habla de los arrebatos humanos y lo divino. Buscaba  en el espacio un instante iluminado. La muerte, el amor, la vida, la luz, van de la mano en sus poemas. Hablaba de la lastimadura que causa el amor cuando en un poema decía: Cualquier cosa es mejor/ a este avispero en llamas que me aguija./ Porque aquí donde estoy me duele todo/ el aire, el viento, la tierra… que más les cuento léanla es maravillosa.

Uno de los poemas que mas disfruto leer es Hacia el cristal secreto de los frutos, disfrútenlo.  

Hacia el cristal secreto de los frutos.

Dios mío,

 de tus labios bajan ríos de luz

hacia el cristal secreto de los frutos

y amanecen maduros.

Muchos hombres vienen al mundo

 a buscarse un lugar.

Yo he venido en éxtasis desde el alba,

atraída al aroma que escapa de tus cestos,

pidiendo dormir entre tus frutos esta noche

para que mi corazón madure.