Por Edgar Bucio.
En alguna ocasión trabajando en una obra de teatro donde yo ejecutaba la música en escena, el director si más ni más me explicaba; “…en esta parte quiero como música de noche pero no tan noche como a las siete y cuarto…”, debo reconocer que tanta exactitud horaria me conflicto un poco, ¿ A que suena la noche como a las siete y cuarto? ¿Cómo organizar los sonidos para que suenen a eso? Esto es a lo que se enfrenta un compositor al hacer música para cine, teatro o televisión. Los que saben le llaman Música incidental, y ese es el tema que hoy vamos a tratar.
Todo comenzó con el teatro griego, donde se utilizaba un coro e instrumentos de percusión y en los momentos más intimistas de las piezas teatrales instrumentos de viento eran los que acompañaban y resaltaban las emociones de los actores. Todo derivó en las óperas que hoy conocemos, pero ese es otro tema.
Ya en épocas más actuales la música que acompañaba las representaciones teatrales era ejecutada en vivo por una orquesta.
Se cree que la música y el cine fueron relacionados más por un motivo practico que meramente artístico. Desde la aparición del cine en 1895, se dice que por la ausencia de la palabra y por lo ruidosos que resultaban ser los cinematógrafos fue necesario incluir música en vivo, en la mayoría de los casos era un pianista quien acompañaba las proyecciones con composiciones de autores clásicos, no fue sino hasta 1905 que el compositor francés Camille Saint-Saëns hizo la primera partitura original para la película “El asesinato del duque de Guisa”, a partir de ese momento compositores que en su mayoría provenían del teatro musical se dedicaron a realizar música para cine. Con los avances tecnológicos años más tarde ya no fue necesario contar con músicos en las salas de proyección, ya se podía grabar previamente la banda sonora, aunque se enfrentarían a otro problema; debían justificar de alguna manera, de donde provenía la música, así que las primeras bandas sonoras solo se utilizaban en escenas especificas, en un salón de baile o cuando los músicos aparecían a cuadro. En 1933 el compositor Maximilian Raoul Walter Steiner, en el clásico “KING KONG”, fue el primero en realizar música incidental como hoy la conocemos, sin otro objetivo que dar emotividad a las escenas.
Dentro de la industria cinematográfica podemos hablar de infinidad de compositores y de mancuernas director y compositor, que han hecho historia; Fellini y Nino Rota, Kyeslowsky y Preisner, Tim Burtón y Danny Elfman, Alfred Hithcock y Bernard Herrmann, Sergio Leone y Ennio Morricone, M. Night Shyamalan y James Newton Howard, Steven Spielberg y John Williams, François Truffaut y Georges Delerue, Pedro Almodóvar y Alberto Iglesias, entre otros.
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